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AYER
Hoy se cumplen 153 años de la muerte del general
Ezequiel Zamora, ocurrida el 10 de enero de 1860, víctima de un disparo
traicionero desde el campanario de la iglesia, cuando se encontraba en la plaza
San Carlos (estado Cojedes), asediando a los restos derrotados del ejército de
la oligarquía conservadora.
Jefe indiscutible del Ejército Federal, Zamora
hizo de la guerra entre los conservadores y liberales en un amplio movimiento
popular liberador, que levantaba las banderas de la liquidación de la
oligarquía y la entrega de la tierra a los campesinos. Los historiadores le han
atribuido cualidades propias del héroe popular: valentía, constancia indomable y,
como él mismo decía, horror a la oligarquía.
Ezequiel Zamora había nacido en la población de
Cúa, estado Miranda, el 1º de febrero de 1817. Aunque no pudo desarrollarse del
todo académicamente, pues desde joven debió trabajar para ayudar al
sostenimiento de su familia, el haber aprendido a leer y escribir le valió
mucho, porque le permitió tener contacto con las ideas políticas y entender la
doctrina del Partido Liberal, leer acerca de la Historia Universal e informarse
sobre la constante lucha de los pueblos por alcanzar la libertad.
Dedicado originalmente al comercio de víveres, su
relación con el pueblo le hizo comprender el descontento social ante la crisis
económica que asolaba al país desde la guerra de la independencia y, acogiendo
las propuestas de Antonio Leocadio Guzmán, se une a él, convirtiéndose en el
Jefe regional de los Liberales.
El 7 de septiembre de 1846, Zamora se alza en
Guambra, proclamando las consignas “Tierra y hombres libres” y “Respeto al
Campesino y Desaparición de los Godos”, lo que le haría ganar la devoción
popular y el nombre de «General del Pueblo Soberano».
Bajo la dirección de Ezequiel Zamora, la campaña
del Ejército Federal condujo a sucesivas derrotas de los godos en 1859. El 10
de diciembre de ese mismo año, en la batalla de Santa Inés (estado Barinas),
quedaron diezmados los conservadores, y se abrió el camino hacia Caracas y la
victoria definitiva. Después de Santa Inés, Zamora se dirigió hacia el centro
del país a través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas
resolvió desalojar a los restos conservadores de la ciudad de San Carlos.
Durante las acciones para la toma de la plaza,
mientras dirigía una operación de aproximación a las trincheras enemigas,
recibió un balazo en la cabeza disparado por un francotirador colocado en el
campanario de la iglesia. El asesinato de Zamora fue producto de una conjura
fraguada por la oligarquía conservadora, que se valió de una traición dentro de
las filas liberales.
Su inesperado deceso cambió el rumbo favorable que
llevaba la guerra para los federalistas y produjo la pérdida de quien para
muchos fue el más importante líder popular del siglo XIX venezolano. Sus restos
fueron trasladados a Caracas y colocados en la iglesia de la Santísima
Trinidad, actual Panteón Nacional, el 13 de septiembre de 1872.
“No habrá pobres ni ricos, no habrá esclavos ni
amos, no habrá poderosos ni desdeñados; a partir de ahora, todos seremos
hermanos y nos trataremos de igual a igual, como hermanos”, fue la proclama más
emblemática que, poco antes de ser asesinado, dejó por escrito el general
Zamora.
El presidente de la República, Hugo Chávez Frías,
lo dijo una vez: “Podemos y debemos decir a plenitud que Ezequiel Zamora fue
uno de los pensadores y actores socialistas de mayor raigambre popular y que
hoy sirve de nutriente y de sustento al proyecto socialista bolivariano,
zamorano, inspirado en este gran líder, este gran campesino, este gran luchador
por la libertad”.
HOY
En un recorrido hecho desde el este de la ciudad pudo verse cómo grupos de personas se movilizan desde Plaza Venezuela, la avenida Libertador, el bulevar Panteón, avenida Baralt y otras calles adyacentes al palacio de gobierno.
También llegaron personas de diversos estados del país, como Liliana Vera, quien llegó desde Apure para respaldar al presidente Chávez.
“Yo estoy con mi presidente en las buenas y en las malas. Hoy él necesita el apoyo de todos nosotros y aquí estamos, en la calle, para respaldar su gestión. Le pido a Dios que me le de fortaleza y que regrese con todos los hierros a luchar por nuestra patria”.
Por su parte, Mirian Sánchez, vocera del Consejo Comunal Sur La Paz, del estado Falcón, aseguró que vino a respaldar la decisión que tomó ayer miércoles el Tribunal Supremo de Justicia, el cual dictaminó que el presidente Chávez se juramentará cuando cese la causa sobre venida, es decir, el proceso de recuperación en que se encuentra, luego de ser operado el pasado 11 de diciembre.
“Vine desde Falcón a juramentar a Chávez. Desde aquí lo juramento y bendigo, porque nosotros decidimos el 7 de octubre, votamos para que Chávez fuese nuestro presidente. Y a la oposición le digo, que se calmen y que no inventen, porque el pueblo está en la calle respaldando al TSJ, a la revolución y a Chávez”, expresó Sánchez.
Enrique Pérez, habitante de Catia, sector popular de la capital venezolana, destacó que acudió a la concentración para apoyar al Poder Ejecutivo, la Asamblea Nacional y el Jefe de Estado.
“Desde aquí le mandamos saludos y felicitaciones a todos, el Ejecutivo, al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, al vicepresidente Nicolás Maduro, quienes se han comportado como unos verdaderos hombres y no han caído en las provocaciones de la derecha. A Chávez le doy mi admiración, respeto y buenos deseos de que se recupere”, expresó Pérez.
BUENO ESTO ES LA REALIDAD DE UN PUEBLO EN REVOLUCION PA LANTE COMANDANTE.
LEONER LOPEZ.
C.I., 9.172.330
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