Cual grande es la sabiduría e ignorancia de los seres humanos, esta en sus actos y esto se refiere al fracaso de algunos gobiernos de antaño que no supieron interpretar el malestar de su pueblo, cosa que si supo hacer, el "Comandante Supremo Hugo Chávez Frías”, y lo plasma en el plan de la patria y hecho hoy ley por nuestro presidente obrero Nicolás Maduro, “el debate del III Congreso es el soporte para ajustar y darle fortaleza a la acción política de la actualidad”. ESTO SOLO SE HARA POSIBLE, SOLO SI SE ESCUCHA LAS BASES Y SI SE ABREN LAS INVITACIONES A PARTICIPAR TODOS LOS MILITANTES CON SUFICIENTE COMBOCATORIA., Esto lo manifiesto pues hasta la fecha 12-05-2014 no he participado ni he sido invitado a este encuentro dentro del PSUV, Y EN TRUJILLO EL GOBENADOR RANGER SIVA., Tiene que tomar las riendas del partido y cambiar su estructura, lo contrario seria ir hacia la extinción del PSUV y el legado del comandante eterno. El desarrollo de los debates del III Congreso PARA TODOS..
“Sin duda alguna quien garantiza la prolongación histórica y vigente del cuerpo ideológico-orgánico de la Doctrina Bolivariana, que hace su cuerpo ideológico vivo, dinámico, dialéctico, crítico-autocrítico, creador realizado y pleno de valores y virtudes es el pensamiento y praxis del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías”, señala el documento del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Los esfuerzos principales de la militancia revolucionaria de Venezuela, hoy se identifican con el desarrollo de los debates en el marco del III Congreso del PSUV; esto se debe a la importancia que tiene para nosotros unificar políticamente a las grandes mayorías revolucionarias de la Patria, esto implica un debate político transparente, crítico y leal entre revolucionarios que nos permita entender en toda su magnitud la política socialista para este momento histórico, un esfuerzo para comprender el acumulado histórico de todas las luchas que se han presentado en la historia venezolana.
Debatir la política no significa que es una discusión de coyunturas tácticas, es hacer una discusión que nos permita extraer las principales enseñanzas históricas de nuestras raíces doctrinarias e irlas colocando en el momento actual que nos permita dirimir qué rumbo debe tomar la Revolución para resolver problemas actuales.
La dedicación de los revolucionarios con este debate no significa su alejamiento a temas del contexto político actual; al contrario, en una combinación dialéctica “el debate del Congreso es el soporte para ajustar y darle fortaleza a la acción política de la actualidad”.
Estamos en un escenario de lucha de clases, no porque haya un interés en nuestra militancia de crear un clima de odio, así como la derecha pretendió descalificar la opinión política del Comandante Chávez en su momento, sino que es un hecho histórico a partir de las revisiones de intelectuales de los siglos XVIII y XIX y refrendado por la construcción de modelos revolucionarios en el siglo XX, la comprensión de que esa constante contradicción en la sociedad era la que provocaba su avance ¿Contradicción entre quienes? Entre los que pretenden el dominio y control de la sociedad aun siendo minorías.
A esto es lo que se le llama lucha de clases, una confrontación de las mismas por el predominio en la sociedad, el valor histórico de las luchas ancestrales en nuestro país, por ejemplo, las luchas de: José Leonardo Chirinos, la propuesta emancipadora de Gual y España, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, luego el aporte de Ezequiel Zamora y todo el proceso intelectual en cuanto a Simón Rodríguez con su plan integracionista de América Latina.
Este proceso revolucionario ha tenido momentos históricos de multiplicación de presencia en varios países, vemos como el proceso independentista en Venezuela no estuvo aislado de los procesos independentistas de Latinoamérica. Podemos ver ahorita como el Comandante Guerrillero Salvador Sánchez Cerén, gana la Presidencia de la República en El Salvador, producto de un acumulado histórico de 19 años de lucha guerrillera, este es un proceso donde hay similitud entre la propuesta de pasar de la acción violenta a la acción política para representar los intereses de un pueblo.
Eso que pasó en El Salvador se expresa en Nicaragua con el frente sandinista, se apreció en la lucha de los campesinos indígenas en Bolivia con Evo Morales, se sigue observando en la lucha de la revolución ciudadana en Ecuador con el presidente Rafael Correa, se sigue expresando con los trabajadores en Brasil, y en otros países de Latinoamérica. Esto nos deja claro que Venezuela no es una isla en el mundo, nuestro país consta de un aprendizaje histórico en el que los revolucionarios debemos ir ajustando nuestras propuestas al momento sabiendo leer lo que pasa en otras latitudes, agregándole y adecuándoles los elementos propios.
Asimismo, desde este proceso histórico de acumulación, tomando como referencia palabras del Comandante Chávez, es correcto que entendamos que el congreso del partido nos debe ayudar a fortalecer la estructura entre revolucionarios e identificar con esa construcción teórica, pero a la vez nos da el reto de, en debate, ajustarla. El Comandante Chávez nos dejó el reto de transformar la economía rentista en una economía productiva; eso implica que definamos los pasos de esa transición, qué rol juega la economía comunal y el poder comunal.
Esto nos deja definir con claridad el proceso de construcción del modelo socialista en Venezuela, un paso que permitiría unificar a la militancia revolucionaria, no en coyunturas, debido a que no es unidad por una elección o un candidato, es una unidad estratégica porque hay convencimiento en el planteamiento, es decir; el reconocer que este Congreso es una tarea que va imbricada a las tareas del momento, permite entender que la discusión del mismo nos dejen dar respuesta a lo que nos rodea.
La Revolución ha tomado el camino de la democracia como planteamiento vinculado al tema de la transformación radical de la sociedad y ha proyectado que eso es posible por la vía de las elecciones, por tanto sigue reivindicando el escenario democrático para la resolución de conflictos; eso nos lleva a la exigencia del reconocimiento de nuestro Presidente, Gobernadores y Alcaldes, así como nosotros hemos estado reconociendo a las primeras autoridades regionales y locales electas por la población que ha creído en ellos y solamente cuestionando a aquellos que albergados en la democracia, hoy en día conspiran contra la misma.
El reconocimiento de este espacio democrático nos lleva a la obligación política a construir la unidad y el diálogo, por ende, la discusión del Congreso nos permite entender que el diálogo no significa concesiones ni retrocesos a la Revolución, el diálogo implica en la constitución de nuevos escenarios de debate y acuerdos.
Reconocer que estamos en la tarea del Congreso, es una labor muy importante que le da soporte a toda la acción política, es por eso que: levantamos la bandera del diálogo, la paz, de no caer en la confrontación con la derecha, de defender el modelo socialista que implica respeto a los trabajadores, a la economía productiva y promoción del poder popular.
Hoy en día estamos en una gran batalla por el modelo socialista y el principal aporte de todos nosotros, sin duda, es participar en la construcción de la nueva doctrina bolivariana ajustada a esta coyuntura en el marco del III Congreso del PSUV.
Por: Luis Figueroa
“Sin duda alguna quien garantiza la prolongación histórica y vigente del cuerpo ideológico-orgánico de la Doctrina Bolivariana, que hace su cuerpo ideológico vivo, dinámico, dialéctico, crítico-autocrítico, creador realizado y pleno de valores y virtudes es el pensamiento y praxis del Comandante Supremo Hugo Chávez Frías”, señala el documento del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Los esfuerzos principales de la militancia revolucionaria de Venezuela, hoy se identifican con el desarrollo de los debates en el marco del III Congreso del PSUV; esto se debe a la importancia que tiene para nosotros unificar políticamente a las grandes mayorías revolucionarias de la Patria, esto implica un debate político transparente, crítico y leal entre revolucionarios que nos permita entender en toda su magnitud la política socialista para este momento histórico, un esfuerzo para comprender el acumulado histórico de todas las luchas que se han presentado en la historia venezolana.
Debatir la política no significa que es una discusión de coyunturas tácticas, es hacer una discusión que nos permita extraer las principales enseñanzas históricas de nuestras raíces doctrinarias e irlas colocando en el momento actual que nos permita dirimir qué rumbo debe tomar la Revolución para resolver problemas actuales.
La dedicación de los revolucionarios con este debate no significa su alejamiento a temas del contexto político actual; al contrario, en una combinación dialéctica “el debate del Congreso es el soporte para ajustar y darle fortaleza a la acción política de la actualidad”.
Estamos en un escenario de lucha de clases, no porque haya un interés en nuestra militancia de crear un clima de odio, así como la derecha pretendió descalificar la opinión política del Comandante Chávez en su momento, sino que es un hecho histórico a partir de las revisiones de intelectuales de los siglos XVIII y XIX y refrendado por la construcción de modelos revolucionarios en el siglo XX, la comprensión de que esa constante contradicción en la sociedad era la que provocaba su avance ¿Contradicción entre quienes? Entre los que pretenden el dominio y control de la sociedad aun siendo minorías.
A esto es lo que se le llama lucha de clases, una confrontación de las mismas por el predominio en la sociedad, el valor histórico de las luchas ancestrales en nuestro país, por ejemplo, las luchas de: José Leonardo Chirinos, la propuesta emancipadora de Gual y España, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, luego el aporte de Ezequiel Zamora y todo el proceso intelectual en cuanto a Simón Rodríguez con su plan integracionista de América Latina.
Este proceso revolucionario ha tenido momentos históricos de multiplicación de presencia en varios países, vemos como el proceso independentista en Venezuela no estuvo aislado de los procesos independentistas de Latinoamérica. Podemos ver ahorita como el Comandante Guerrillero Salvador Sánchez Cerén, gana la Presidencia de la República en El Salvador, producto de un acumulado histórico de 19 años de lucha guerrillera, este es un proceso donde hay similitud entre la propuesta de pasar de la acción violenta a la acción política para representar los intereses de un pueblo.
Eso que pasó en El Salvador se expresa en Nicaragua con el frente sandinista, se apreció en la lucha de los campesinos indígenas en Bolivia con Evo Morales, se sigue observando en la lucha de la revolución ciudadana en Ecuador con el presidente Rafael Correa, se sigue expresando con los trabajadores en Brasil, y en otros países de Latinoamérica. Esto nos deja claro que Venezuela no es una isla en el mundo, nuestro país consta de un aprendizaje histórico en el que los revolucionarios debemos ir ajustando nuestras propuestas al momento sabiendo leer lo que pasa en otras latitudes, agregándole y adecuándoles los elementos propios.
Asimismo, desde este proceso histórico de acumulación, tomando como referencia palabras del Comandante Chávez, es correcto que entendamos que el congreso del partido nos debe ayudar a fortalecer la estructura entre revolucionarios e identificar con esa construcción teórica, pero a la vez nos da el reto de, en debate, ajustarla. El Comandante Chávez nos dejó el reto de transformar la economía rentista en una economía productiva; eso implica que definamos los pasos de esa transición, qué rol juega la economía comunal y el poder comunal.
Esto nos deja definir con claridad el proceso de construcción del modelo socialista en Venezuela, un paso que permitiría unificar a la militancia revolucionaria, no en coyunturas, debido a que no es unidad por una elección o un candidato, es una unidad estratégica porque hay convencimiento en el planteamiento, es decir; el reconocer que este Congreso es una tarea que va imbricada a las tareas del momento, permite entender que la discusión del mismo nos dejen dar respuesta a lo que nos rodea.
La Revolución ha tomado el camino de la democracia como planteamiento vinculado al tema de la transformación radical de la sociedad y ha proyectado que eso es posible por la vía de las elecciones, por tanto sigue reivindicando el escenario democrático para la resolución de conflictos; eso nos lleva a la exigencia del reconocimiento de nuestro Presidente, Gobernadores y Alcaldes, así como nosotros hemos estado reconociendo a las primeras autoridades regionales y locales electas por la población que ha creído en ellos y solamente cuestionando a aquellos que albergados en la democracia, hoy en día conspiran contra la misma.
El reconocimiento de este espacio democrático nos lleva a la obligación política a construir la unidad y el diálogo, por ende, la discusión del Congreso nos permite entender que el diálogo no significa concesiones ni retrocesos a la Revolución, el diálogo implica en la constitución de nuevos escenarios de debate y acuerdos.
Reconocer que estamos en la tarea del Congreso, es una labor muy importante que le da soporte a toda la acción política, es por eso que: levantamos la bandera del diálogo, la paz, de no caer en la confrontación con la derecha, de defender el modelo socialista que implica respeto a los trabajadores, a la economía productiva y promoción del poder popular.
Hoy en día estamos en una gran batalla por el modelo socialista y el principal aporte de todos nosotros, sin duda, es participar en la construcción de la nueva doctrina bolivariana ajustada a esta coyuntura en el marco del III Congreso del PSUV.
Por: Luis Figueroa
No hay comentarios:
Publicar un comentario