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miércoles, 5 de junio de 2013

Misión Árbol


4.JUN.2013


Presidente Chávez planta un nogal de Caracas en el lanzamiento de la Misión Árbol, el 4 de junio del 2006.

Prensa PSUV.- La Misión Árbol nace por iniciativa del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, y su objetivo es recuperar los bosque del territorio nacional, destruidos por el hombre y la implementación irresponsable y desmedida de políticas capitalistas que en pro de un supuesto desarrollo destruyeron los bosques, la biodiversidad y la vegetación del territorio sin realizar ninguna acción a favor del medio ambiente.
Esta Misión fue lanzada por el comandante presidente Hugo Chávez, el 4 de junio de 2006, en el programa “Aló, Presidente” 257, desde el sector Los Venados del parque nacional Waraira Repano (El Ávila). Allí plantó un nogal de Caracas junto la ministra del Ambiente, para ese entonces, Jacqueline Faria.

Misión Árbol busca despertar en los habitantes su interés por los bosques, favorecer el equilibrio ecológico y la recuperación de espacios degradados. Al mismo tiempo, pone en práctica un ambicioso plan de reforestación en el que el pueblo y las instituciones públicas emprenden de manera conjunta, haciendo realidad en el ámbito ecológico la democracia participativa y protagónica.
La Misión Árbol se encuentra orientada a la participación protagónica de la comunidad en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo que se fundamente en la recuperación, conservación y uso sustentable de los bosques para el mejoramiento de la calidad de vida de la población.
La implementación de la Misión Árbol busca no solo recuperar los bosque, y la creación de una conciencia colectiva ecológica, sino también saldar la deuda histórica que la población tiene con la madre tierra y en especial la población venezolana, con nuestro país.
Gracias a la acción comunitaria y del Gobierno Bolivariano, este proceso se está revirtiendo. El Gobierno revolucionario inició acciones para proteger nuestros bosques mediante un programa ecológico de profunda vocación socialista.
Con el relanzamiento de esta misión el pasado 26 de mayo de 2013, el Ejecutivo Nacional se plantea como objetivo sembrar aproximadamente 20 millones de árboles en el país.
Esta misión contempla cuatro etapas: recolección de semillas, producción de plantas, plantación, y mantenimiento por cuatro años continuos. Para ello se cuenta con la participación sostenida de quienes integran los casi 5.000 comités conservacionistas conformados en todo el territorio nacional.
También, esta misión está trabajando junto a la Oficina Nacional de Diversidad Biológica, en el rescate de algunas especies que tienen valor desde el punto de vista de la alimentación de la fauna que habitan en las zonas de alta montañas y áreas no intervenidas, que por lo general sufren efectos por la acción antrópica o natural.
Se ha logrado, durante estos años, llegar a tener un acopio de 157.317 kilogramos de frutos y semillas autóctonas, y que están clasificadas y distribuidas por zonas ecológicas.
Carocaro, jabillo, caoba, mijao, samán, bucare, clavellino, algarrobo, roble, apamate, yopo, pardillo, carapa, peonía, cedro, merey, casco de vaca, cañafístula, flamboyán, pomarrosa, pilón, ben, leucaena, vera, caro caro, aceite, parapara, pericoco, dividive, cují Negro, sangre drago, uveda, jobo, almendrón e indio desnudo, entre otras, forman parte de la larga lista de especies.
Una vez colectadas las simientes se llevan al Banco de Semilla del Centro Nacional de Conservación de los Recursos Fitogenéticos, ubicado en el estado Aragua, y de allí son pesadas, clasificadas y distribuidas a los 45 viveros institucionales del Ministerio para el Ambiente. También los casi 4.000 viveros de los comités conservacionistas producen plantas a partir de las semillas recolectadas en la jornada.
Venezuela es el único país que tiene un programa dirigido a la recuperación de los bosques, a través de este programa ambiental. Entre los objetivos estratégicos del segundo Plan Nacional de Desarrollo, a desarrollar entre el 2013 y 2019, contempla: “Profundizar el impulso a la transformación de las relaciones esenciales del pueblo con la naturaleza, con el Estado, con la sociedad, con el proceso de trabajo y con el pensamiento”.
Tan solo un árbol produce en promedio el oxígeno que consumen 10 personas; así que ser partícipe en las siembras y en su protección es tan importante como la conservación de las fuentes de los recursos hídricos, el oxígeno que respiramos, el agua que consumimos y nos purifica el ambiente del anhídrido carbónico. Sembrar un árbol significa vida y preservar nuestro planeta y nuestra especie de la hecatombe ambiental en la que nos está sumergiendo la irracionalidad capitalista.
Fuentes: varias


LEONER LOPEZ.
C.I., 9.172.330

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