El problema de la desaparición de las abejas es peor de lo que se creía.
De las abejas y del resto de polinizadores, en especial, los abejorros. Sólo con que desaparezca una especie de este tipo de insecto, tendrá un impacto gravísimo: las flores producirán menos semillas. Así lo afirma un nuevo estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
La tendencia es mundial y alarmante: cada vez hay menos polinizadores en el planeta. Las plantas con flores y el cultivo de alimentos serán los grandes perjudicados con la disminución de la población de tan beneficiosos insectos. El estudio ha analizado la relación entre los abejorros y unas flores silvestres llamadas espuelas de caballero, que crecen en las Montañas Rocosas de Colorado, en Estados Unidos.
El estudio demuestra que la reducción de competencia entre polinizadores (que haya menos) reduce la fidelidad floral entre abejas y flores y, por tanto, la reproducción de las plantas es menor. Si desaparece una especie de abejorro, las plantas producen menos semillas.
El problema es alarmante, según los científicos, ya que aproximadamente el 90% de las plantas necesita animales, sobre todo, insectos, para que el polen se transfiera de unas a otras y así puedan reproducirse. Las abejas son, sin ninguna duda, los polinizadores más efectivos e importantes del mundo. De hecho, han evolucionado de forma paralela con las flores a las que ayudan a reproducirse. Los insectos consiguen alimento y las plantas sobreviven.
La fidelidad floral
Los polinizadores suelen visitar varias especies de plantas durante su vida. Pero hay algunos que presentan lo que los científicos llaman “fidelidad floral”, visitando sólo una especie de planta porque aparecen sus flores. Pasado el tiempo, se decantan por otra especie que florezca en otra época. Esta fidelidad temporal beneficia a las plantas, ya que de este modo las abejas llevan elpolen a otra planta de la misma especie.
El trabajo se centró en las espuelas de caballero, flores silvestres que son visitadas por 10 de las 11 especies de abejorros que viven en la región. Se demuestra, por otra parte, la importancia de la biodiversidad para la conservación de los ecosistemas. Cada especie depende de otras y todas dependen de alguna. Ninguna especie debe desaparecer, ni de plantas ni de animales. Quizá, la única, el ser humano.
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