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domingo, 26 de enero de 2014

1.958 Y 1.998, DOS REVOLUCIONES TRAICIONADAS...

    1.958 Y 1.998, DOS REVOLUCIONES TRAICIONADAS.



Fabricio Ojeda presidió la Junta Patriótica creada en 1.957 para organizar y coordinar la lucha contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, que cayó el 23 de Enero de 1.958. Esta Junta fue constituida por los partidos políticos AD, COPEI, URD y el PCV, pero el 20 de Enero de 1.958, tres días antes de la caída de la dictadura, Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, de los tres primeros partidos políticos, firmaron el “Pacto de Nueva York” coordinados por Maurice Bergbaum (Jefe de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado de USA).
Ese pacto fue firmado para garantizarle al imperio norteamericano que los tres partidos se comprometían a continuar la entrega de Venezuela a los intereses políticos y económicos de USA, luego de que Pérez Jiménez abandonara el poder. Posteriormente estos partidos políticos firmaron el 31 de Octubre de 1.958 el Pacto de Punto Fijo para alternarse el poder y cumplir el Pacto de Nueva York.
El diputado, periodista, maestro y revolucionario Fabricio Ojeda, el 30 de Junio de 1.962 puso su renuncia a la diputación en el Congreso Nacional debido a que el gobierno puntofijista presidido por Rómulo Betancourt ya había comenzado a traicionar la revolución democrática del 23 de Enero de 1.958, traicionando a las clases desposeídas y entregando de nuevo a Venezuela al imperio estadounidense, al igual que lo hizo Pérez Jiménez, con lo cual confirmaban su posición apátrida, antipatriótica y lacaya ante USA.
Fabricio Ojeda se fue a las montañas a sumarse a la lucha guerrillera contra el nuevo gobierno de la burguesía y el imperialismo, ya que la vía pacífica estaba ya imposibilitada, porque los lacayos del imperio habían cerrado la vía legal con la persecución, prisión, tortura, asesinato y desaparición de los dirigentes populares. Fue capturado y sentenciado a 18 años de prisión por un Consejo de Guerra, y fue asesinado en un calabozo del SIFA, (Servicio de Inteligencia de las Fuerzas Armadas Nacionales), y colgado en sus barrotes.
Hoy a 48 años de su asesinato, Venezuela vive un ensayo reformista, lográndose con ello algunas reivindicaciones socio económicas para las clases sociales marginadas y explotadas. Esto se ha hecho a través de las Misiones, incluyéndose a estos sectores sociales en planes y programas médico asistenciales, alimentarios, habitacionales, educativos y otros. Pero, esos beneficios que la masa desposeída comenzó a obtener desde 1998, se ha debido no a una transformación radical de la nación y a eficiencia y eficacia de políticas que hayan aumentado la diversificación de la economía y el aumento de la productividad interna no petrolera. Todo lo contrario, ese reparto de beneficios se ha debido única y exclusivamente a los altísimos precios del petróleo lo que ha generado una montaña de ingresos de dólares a país nunca antes vista (el 96 % de los ingresos del país). Y para colmo, el país hasta Enero del año pasado había alcanzado una gigantesca deuda externa de más de 108 mil millones de dólares, tres veces más de la deuda dejada por los últimos gobiernos de la cuarta república.
Con el triunfo del Comandante Hugo Chávez Frías y el MVR en el año 1.998, se renovaba la esperanza del pueblo venezolano en acabar con la corrupción y los groseros privilegios de una clase política y social que siempre se ha adueñado de los inmensos ingresos petroleros y filtrando las migajas para el pueblo venezolano, desde la aparición del petróleo hasta hoy. Estas medidas se han efectuado en el marco político del reformismo, sin variar en nada la estructura económica, social y política del país, ya que la clase política proveniente de AD, COPEI y sus diversos descendientes, penetraron el PSUV y han continuado en las instituciones del Estado Venezolano, desplazando a sus antiguos jefes partidistas y constituyéndose en los herejes y saboteadores de este nuevo ensayo democrático para producir su fracaso. De esta manera se han convertido en la nueva oligarquía a partir de la burocratización, el nepotismo, la ineficiencia y la corrupción.
Fue una funesta traición la que se cometió contra la revolución democrática de 1.958 por parte de los factores de la derecha de AD, COPEI y URD, pero otra traición se produce contra el nuevo ensayo democrático bolivariano por parte de factores de derecha del PSUV. En los años de gobiernos dictatoriales, la corrupción fortaleció a la oligarquía que se constituyó en el seno de esos gobiernos. Desde 1.958 hasta 1.998 continuó esa oligarquía agigantándose a través de la delincuencia administrativa. También en estos 14 años, una nueva oligarquía se ha conformado mediante la corrupción administrativa.
Uno de las causas por las cuales Fabricio Ojeda abandonó su cargo de diputado en el Congreso Nacional lanzándose a la lucha guerrillera, fue la nueva corrupción de las cúpulas de AD y COPEI en funciones de gobierno. Esa misma práctica política delincuencial es la que ha desvirtuado y traicionado al proyecto original bolivariano. Todos los venezolanos vieron en el comandante Chávez una mano dura que podía acabar con el cáncer de la corrupción, pero no lo logró, por el contrario ese flagelo se incrementó, pues las cortes provenientes de la derecha política lo secuestraron políticamente, y comenzaron a premiarse entre si ante cada acto de corrupción cometida en los altos y medianos cargos de la administración pública. Esto continúa ocurriendo en la actual administración del presidente Nicolás Maduro.
Es una ironía y una burla a la memoria de Fabricio Ojeda el hecho de que se utilice su figura en la celebración de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez por parte de un gobierno que enmascara, tolera y premia a los corruptos, aún cuando hayan caído algunos funcionarios públicos por no pertenecer a los grupos de poder del PSUV. Esa celebración y las que vienen, deben ser dirigidas y protagonizadas por organizaciones populares y revolucionarias y no por la derecha gubernamental.
Por estos motivos hoy se hace necesario e impostergable dar pasos con iniciativas propias en la orientación y organización del pueblo para la defensa y el relanzamiento del proyecto original bolivariano del MBR-200 hacia la construcción de un país fundamentado en el equilibrio, la igualdad y la libertad sin privilegios cupulares. Con este compromiso político fabricista, renovaremos la esperanza en el pueblo venezolano de construir una nueva alternativa revolucionaria y verdaderamente bolivariana con Vanguardia Bicentenaria Republicana.

ALIRIO GIL, MIEMBRO DE LA CORRIENTE DEL PENSAMIENTO BOLIVARIANO Y SOCIALISTA “FABRICIO OJEDA”. ENERO 2.014.

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